Galería

sábado, 28 de mayo de 2011

Galería

martes, 26 de abril de 2011

Influencia cultural Se han encontrado cerámicas en diversas partes del territorio peruano Su cerámica era monocroma.
Entre los siglos X a IV a. C. —la época de mayor florecimiento de esta cultura—, no hay pruebas de la existencia de una organización estatal. Julio César Tello la consideró una civilización expansiva, al estudiar el área de influencia chavín; en cambio Rebeca Carrión Cachot y otros estudiosos, hablaron sobre un imperio megalítico, ya que su área de influencia ocupaba un territorio muy extenso. Posteriores estudios han reducido esta área y han precisado la naturaleza de esa influencia.
Se considera hoy que no hubo una expansión de la cultura chavín, sino que esa área de influencia se debe a contactos comerciales entre los chavín y los territorios donde aparecen rasgos asimilados a esa cultura. Puede que los chavines establecieran esa preporderancia gracias a su oráculo. Una evidencia importante es que en la ciudad de Chavín de Huántar, han aparecido ofrendas que proceden de un ámbito que incluye Lambayeque, La Libertad, Cajamarca, Ancash, Lima y Huánuco, con materiales que, al parecer, provenían de las costas del Guayas y de Ica, Huancavelica y Ayacucho.Además, se podría mencionar que la cultura matriz de Chavin fue la cultura Kuntur wuasi por la influencia que tienen estas dos culturas.
En todos esos territorios se encuentran, además, indicios del contacto con Chavín, que se expresa, en los mejor conocidos, en una época en la que se produjo una suerte de «moda» chavinense, que se expresa en el hecho de que el arte local es alterado por la inserción de una serie de motivos y personajes que tienen una madura representación en la cultura chavinense misma. Eso ocurre, en casi todas partes, entre los años 800 y 500 a. C. Desde luego, antes de esa época, durante más de un milenio, los pueblos de ese territorio habían desarrollado sus propias maneras de hacer las cosas, en una larga etapa formativa, conocida como «inicial» y aun antes, durante el período arcaico.
El grado de impacto de la influencia chavinense fue muy diverso. Nada indica que «exportaran» sus divinidades propias; en cambio sí sus temas sacralizantes, como la forma de las bocas, las bocas agnáticas, los ojos excéntricos, las garras, las cabezas de serpientes y, sobre todo, los colmillos. Los estilos contemporáneos, como los de Jequetepeque, Cupisnique, Huacaloma, Kuntur Wasi, Ancón y Paracas, tomaron mucho de esta «moda», que incluye usos y formas del espacio arquitectónico y el traslado multidireccional de diversas tecnologías. Pero mantuvieron siempre su autonomía regional

viernes, 15 de abril de 2011

CULTURA CHAVIN

Cultura Chavín
cultura precolombina
Ubicación de
CapitalChavín de Huántar
ReligiónPoliteísta
GobiernoTeocracia
Período históricoAmérica precolombina
 • Establecido1200 a. C.
 • Disolución500 a. C.
La cultura Chavín fue una civilización heterogénea del Antiguo Perú constituida alrededor del centro astronómico-religioso de Chavín de Huántar. Esta cultura se extendió por gran parte de los Andes Centrales entre los años ca. 800 y 200 a. C.[1] [2]
El arqueólogo peruano Julio César Tello (1880-1947) la identificó como «cultura matriz del Perú», pero más tarde se descubrió la cultura de Caral, más antigua aún. Corresponde al primer momento de unificación de las culturas de los Andes peruanos. También se le llama la etapa formativa de la historia del Perú, por lo tanto se encuentra en el Primer Horizonte (u Horizonte Temprano) del Antiguo Perú.
Destacaron en el dominio de la piedra, utilizándola en construcciones y en esculturas.

Línea del Tiempo

sábado, 2 de abril de 2011

Línea del Tiempo

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El siglo XXI

sábado, 26 de marzo de 2011

El siglo XXI
El 9 de abril del 2000, tras unas cuestionadas elecciones, Fujimori logra un tercer mandato. La oposición, conformada por los diversos partidos políticos y organizaciones civiles de diversa índole, intentó evitar la juramentación del tercer periodo presidencial de Fujimori pero no lo logró. Seis semanas después, el 14 de septiembre, se difunden filmaciones donde se mostraba claramente el soborno de algunos Congresistas de oposición y empresarios para que favorezcan al Gobierno, lo que precipitó la caída del régimen. Fujimori abandonó el país solicitando permiso para ausentarse a la cumbre de la APEC para luego dirigirse al Japón, país del cual era ciudadano y desde el cual renuncia por Fax y donde se refugia. El Congreso no acepta la renuncia y lo destituye, inhabilitándolo para ejercer todo cargo político por diez años. El entonces Presidente del Congreso, Valentín Paniagua, es investido como nuevo Presidente de la República ante la renuncia de los dos Vicepresidentes el 22 de noviembre.
El Gobierno de transición se orientó a la organización de nuevas elecciones y a una profunda campaña de moralización del aparato público y las fuerzas militares que habían caído bajo la influencia del sistema. El Presidente firma contratos de explotación para los yacimientos de gas de Camisea, y convoca a una polémica Comisión de la Verdad para investigar la lucha contra el terrorismo de los últimos años.
En las elecciones del 8 de abril de 2001, Alejandro Toledo es declarado como nuevo Presidente de la República. Estas se caracterizan también por el retorno de Alan García y su muy sorpresivo segundo lugar en la contienda electoral. La paradoja de su gobierno es que gozó de baja popularidad, envuelto en acusaciones de corrupción de la más variada índole, mientras la economía peruana logro superar la recesión y tuvo un gran crecimiento especialmente en la capital, la sierra central y la costa norte. En este período se inicia la negociación de un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos el cual en su momento no era visto con buenos ojos por los campesinos del país porque temían que tuviera un efecto negativo sobre sus economías.
En las elecciones del 9 de abril y 4 de junio de 2006, en medio de un ambiente de incertidumbre por el futuro de la democracia, es reelegido Presidente de la República Alan García, (con un discurso y perfil más moderado y revindicador que el de su primer gobierno) frente al ex militar Ollanta Humala.

lunes, 21 de marzo de 2011

Los años 90
Para 1990, la situación del Perú era la de un país en quiebra económica, con un estado ineficiente que no podía responder a los principales problemas del país. Los principales candidatos fueron el escritor Mario Vargas Llosa, quien formó el Frente Democrático (Fredemo), y el candidato oficialista del Partido Aprista y ex ministro de economía, Luis Alva Castro.
Sin embargo, faltando pocas semanas para las elecciones, surgió un total desconocido en política, llamado Alberto Fujimori, quien logró forzar una segunda vuelta electoral el 10 de junio de 1990 derrotando a Vargas Llosa. Así, se inició el decenio fujimorista, que estuvo caracterizado por el autoritarismo, la derrota del terrorismo, las reformas liberales en la economía y la constitución de una red de corrupción que se descubrió al final del gobierno.
Los años noventa significaron la definitiva cancelación del modelo económico dirigido por el Estado que regía el Perú desde la época del reformismo militar. En estos años se redujo el tamaño del Estado, se abrió la economía al mercado internacional, y se privatizaron una serie de empresas estatales, muchas de las cuales habían sido utilizadas como botines políticos por los partidos políticos en el poder.
En lo político, se desarrolló un discurso contra los partidos y los políticos llamándolos tradicionales y a los que Fujimori culpó de la calamitosa situación del país. Utilizando esto como pretexto y en medio de denuncias de corrupción contra miembros de los parientes presidenciales, el 5 de abril de 1992, Fujimori encabezó el autogolpe de 1992, un golpe de estado con apoyo de las Fuerzas Armadas mediante el cual se disolvió ambas cámaras del Congreso e intervino el Poder Judicial. Luego de ello convocó a una asamblea constituyente que promulgó la constitución de 1993. Sin embargo, el ansia de poder y la corrupción fueron la otra cara de este gobierno que marcó el devenir del país.

jueves, 17 de marzo de 2011

Historia reciente

Los años 80
Un breve conflicto fronterizo con Ecuador en enero de 1981 culmina con la victoria del Perú. Pese a tener mejores condiciones parlamentarias que en su primer mandato, Belaúnde no supo enfrentar adecuadamente la crisis económica que se prolongó durante toda la década.
En estos años se inicia la lucha armada del grupo terrorista maoísta Sendero Luminoso que durante los siguientes quince años emprendería acciones violentas contra las fuerzas de seguridad y la población civil a través de asesinatos, ejecuciones sumarias en "juicios populares", y ataques con bombas a la infraestructura civil y estatal. Otro grupo subversivo, devenido posteriormente en terrorista, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, MRTA, comete asesinatos selectivos, secuestros y acciones de sabotaje.
Para el año 1982 la organización Miss Universo decició realizar la final del concurso en la ciudad de Lima y esto hizo que aumentara de forma razonable el turismo para el país mientras que los grupos terroristas empezaban a marcharse del campo a la ciudad.
El desgaste sufrido por la derecha peruana durante los primeros años de la década aseguran el triunfo del Partido Aprista en 1985. Alan García se convierte así en el primer Presidente Aprista, contando con un moderado apoyo popular en los inicios de su gobierno. Sin embargo, tampoco pudo lograr acabar con los problemas económicos del país: la crisis económica alcanzó su peor nivel, una hiperinflación galopante, (producto de la emisión masiva de moneda sin respaldo) y escasez de alimentos, en medio del aumento de la actividad terrorista. García rompe con los organismos internacionales de crédito y emprende una fallida estatización de la banca.
Esta última acción genera la protesta de la sociedad civil liderada por el escritor Mario Vargas Llosa quien luego es elegido líder de una coalición de fuerzas de centro derecha con miras a las elecciones de 1990. Su discurso es liberal y pro empresa

miércoles, 9 de marzo de 2011

El gobierno militar de los años 70
La crisis política que se desata por la supuesta pérdida de una página del contrato de la International Petroleum Company con el Gobierno Peruano, lo que genera una ola de indignación nacional y sirve de excusa para el golpe de estado de Juan Velasco Alvarado el 3 de octubre de 1968. El Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (comandado por Velasco hasta el 29 de agosto de 1975 y luego por Francisco Morales Bermúdez) emprende una ambiciosa reforma agraria, una masiva nacionalización de empresas y toma medidas para fomentar una gran industria estatal. Confisca los medios de prensa y hace gala de un agresivo discurso militarista y nacionalista. Pero los problemas del reformismo militar evidencian pronto ineficiencia, endeudan al Estado y lo lanzan a una aguda crisis económica. Francisco Morales Bermúdez enfrentó el descontento y presión popular para retornar a la democracia. Así una nueva Constitución (1979) redactada por un Congreso Constituyente elegido democráticamente es el primer paso para el retorno a la legalidad. Luego de las elecciones del 18 de mayo de 1980, Belaúnde retorna al poder.

Tercer Militarismo

lunes, 28 de febrero de 2011

Tercer Militarismo
En 1930, el gobierno de Leguía fue terminado por un golpe de estado dirigido por el general Luis Miguel Sánchez Cerro, que tuvo importante aceptación popular dado el descrédito del presidente Leguía tras la crisis del 29. Se sucedió un gobierno de inspiración fascista que entró en conflicto abierto con el aprismo y las distintas facciones comunistas. El gobierno de Sanchez Cerro culminó con su asesinato por un militante aprista durante una revista de tropas a ser enviadas para el conflicto en Leticia.
En el año 1932, un grupo de ciudadanos de la Zona fronteriza Colombia-Perú, en vista de las demandas hechas por parte de la Casa Arana y Vigiles, se toman por asalto a la ciudad de Leticia, siendo derrotados por las armas colombianas en el hecho; se pierde la vida de 200 a 250 militares, y se ratifican las fronteras entre ambos estados como solución final del conflicto en el tratado Lozano-Salomón.

En junio de 1941, el ejército ecuatoriano agredió la zona de Zarumilla, en la frontera norte peruana, lo que desato la denominada Guerra del 41. Perú había formado una unidad de paracaidistas en la zona e hizo uso de ella en el primer combate en el Hemisferio Sur donde intervinieron tropas aerotransportadas, que produjo la toma de Puerto Bolívar el 31 de julio de 1941, mes cuando cesaron las operaciones militares. El Ejército peruano se encontraba en posesión de parte de la provincia ecuatoriana de El Oro, junto al Océano Pacífico, así como de partes de la provincia de Loja y reafirmó su control sobre los territorios orientales amazónicos sobre los que el Ecuador reclamaba soberanía. En Rio de Janeiro (Brasil) se firma el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Rio de Janeiro el 29 de enero de 1942, que puso fin al enfrentamiento armado. Un nuevo conflicto brotaría en 1995 en la Guerra del Cenepa, que conllevó a la firma de los Acuerdos de Itamaraty (Brasil) donde Perú donde el conflicto limítrofe peruano-ecuatoriano tuvo su conclusión definitiva.


El retorno de la democracia es también el retorno de Manuel Prado y Ugarteche al gobierno por segundo periodo. Ante las críticas de su manejo de la economía nombra como primer ministro a Pedro G. Beltrán quien equilibra las finanzas públicas y estabiliza la moneda peruana. La defensa que Prado hace de los controvertidos resultados de las elecciones del 10 de junio de 1962 facilita un nuevo golpe de estado militar, aunque éste (dirigido por Nicolás Lindley López y Ricardo Pérez Godoy) tenía un carácter reformista al punto que esboza una reforma agraria. El breve gobierno convoca nuevas elecciones en 1963 que gana el centrista Fernando Belaúnde Terry (de Acción Popular). Belaúnde promueve obras públicas en el interior del país e intenta llevar a cabo una serie de reformas (incluida una reforma agraria integral) pero es permanentemente boicoteado desde el Congreso por la coalición formada por el Partido Aprista y la Unión Nacional Odriísta. En el interior del país se suceden las conflictos sociales y la acción de guerrillas de inspiración comunista.

La República Aristocrática y el Oncenio (1895-1930)

jueves, 24 de febrero de 2011

La República Aristocrática y el Oncenio (1895-1930)


NICOLAS DE PIEROLA

 
El gobierno de Piérola (el segundo en realidad, porque fue un desafortunado presidente de facto durante la guerra) reorganizó el Estado Peruano y saneó las finanzas públicas, impulsando el ahorro, la bancarización y la industria, y combatiendo la corrupción. Se incrementó el empleo y una nueva era de prosperidad empieza para el Estado. Es la llamada República Aristocrática, donde miembros de la élite social gobernarían desde 1899 hasta 1919 en paz y con crecimiento económico. El gobierno del demócrata Guillermo Billinghurst y los dos del civilista José Pardo y Barreda fueron probablemente los más notables.
Los movimientos sociales se habían organizado notablemente en esos años en el Perú. La lucha por la jornada de las ocho horas laborales (cuyo marco legal había sido dado por Billinghurst), la fundación de los partidos Comunista y Aprista y las poco conocidas revueltas campesinas en la sierra sur del país (generada por los abusos de las grandes haciendas) generaron una activa vida política.
La creciente agitación social preparó el camino para la interrupción de la democracia mediante un golpe de estado del ex civilista y ex ministro de hacienda Augusto B. Leguía quien continuaría con la política económica de sus predecesores aunque con marcados toques populistas.
El 28 de agosto de 1929 Tacna se reincorpora al Perú.

sábado, 19 de febrero de 2011

La Era del Guano

 
Es sólo con la primera elección de Ramón Castilla en 1845 que la República Peruana encuentra una relativa paz interior y puede organizar su vida política y económica. Le corresponde a Castilla abolir definitivamente la esclavitud y la pena de muerte. Establece políticas de promoción de extracción y exportación de fertilizantes naturales (guano de islas) que inician una era de prosperidad en el país. Los primeros ferrocarriles y el alumbrado a gas llegan al Perú en este período. Durante su segundo gobierno promulgan las Constituciones de 1856 (Liberal) y la Constitución de 1860 (Conservadora), reorganiza los servicios postales y la carrera pública.
Ver: Guerra Civil Peruana de 1856-1858
En 1864 una expedición española ocupa las Islas Chincha (productoras de guano) y desata un incidente internacional de grandes consecuencias en la política interna peruana, que llevó a un golpe de estado contra el presidente Pezet, la dictadura de Mariano Ignacio Prado y la declaratoria de guerra a España. Tras el combate del Callao (2 de mayo de 1866), la armada española se retira del Perú.
El gobierno de José Balta fue pródigo en obras de infraestructura (construcción del Ferrocarril Central) aunque en él se perciben ya las primeras muestras de exceso de gastos del gobierno. En las postrimerías de su gobierno, la elección, por primera vez, de un presidente civil, Manuel Pardo y Lavalle, llevó a una insurrección militar que terminó en el asesinato de Balta y la furibunda reacción de la población de Lima (que ejecutó a los usurpadores). Así termina lo que Jorge Basadre llamó Primer Militarismo. Pardo implementó importantes reformas de tipo liberal en la organización del estado. Sin embargo la principal fuente de recursos del estado, el guano, sobreexplotado, se empezó a agotar y resultó inevitable una crisis económica que el sucesor de Pardo, el ya anciano Mariano Ignacio Prado tuvo que afrontar, en medio de una virtual bancarrota del Estado.
 
Combate de Angamos en la Guerra del Pacífico
Es en estas circunstancias cuando surge el diferendo territorial entre Chile y Bolivia. Obligado a ayudar a este último por un tratado secreto, Perú entra en guerra en 1879. La Guerra del Pacífico, que terminó con la ocupación de Lima entre 1881 y 1883, y la pérdida territorial de las provincia de Tarapacá y Arica en favor de Chile, generó profundas heridas en el Perú. Algunos de los principales íconos de la historia peruana son de este período (Miguel Grau, Francisco Bolognesi, Andrés Avelino Cáceres). Luego de un período de inestabilidad política posterior a la derrota (gobiernos Miguel Iglesias y el ya citado Cáceres) llega el gobierno de Nicolás de Piérola en 1895 del Partido

Independencia del Perú

miércoles, 16 de febrero de 2011

Independencia del Perú
 
 
 
En 1820 el escenario se torna favorable a la independencia. Se produce el desembarco en Paracas del General argentino José de San Martín al mando de las tropas de la Expedición Libertadora del Perú enviada desde Chile por Bernardo O'Higgins luego de haber consolidado la Independencia de aquel país. Luego del mencionado desembarco se realiza la Batalla De Nasca, el 14 de octubre de 1820, Nasca así jura la independencia el día 16,Ica lo hará el 20 de octubre. Así, la situación permanece indecisa luego de varios choques y acciones de propaganda militar (la expedición de Álvarez de Arenales), proclamaciones de independencia de varias ciudades, algunos encuentros armados (como la batalla de Cerro de Pasco en 1820) y de negociaciones frustradas con el Virrey Pezuela. Finalmente el general español José de la Serna, tras un pronunciamiento militar contra Joaquin Pezuela, asume el gobierno del Virreynato, abandona Lima y se establece en Cuzco. El cabildo de Lima firma entonces el Acta de independencia que San Martín proclama el 28 de julio, convocando luego un Congreso Constituyente.Luego pasado algun tiempo en Cusco se desata una rebelion por parte del cusqueño Jose la Puerta quien en realidad proclama la independencia desde el Cusco.En realidad San martin no declama la independecia el que declama es Jose la Puerta, quien lo realizo el 8 de octubre de 1824.
La Serna reorganiza sus fuerzas en la sierra del Perú y en el Alto Perú, desde donde realizan incursiones sobre la costa, destruyendo un ejército independiente en la batalla de Ica, 7 de abril de 1822, y retomando las fortalezas de el Callao. Los patriotas envían expediciones contra los bastiones realistas de la sierra a través de los Puertos Intermedios (sur peruano), pero que son destruidas en las batallas de Torata y Moquegua, 19 y 21 de enero de 1823. El presidente José de la Riva Agüero organiza un nuevo ejército que arriba a Arequipa y se interna en el Alto Perú, llegando a La Paz 8 de agosto de 1823, pero tras el resultado indeciso de la batalla de Zepita los patriotas sufren posteriormente la dispersión durante una retirada precipitada. Entonces el Congreso de Lima decide encargarle a Bolívar, establecido entonces en Guayaquil, la dirección de la guerra.

Así y luego de entregarle poderes absolutos, Bolívar con refuerzos de la Gran Colombia (Venezuela, Colombia y Ecuador) organiza un nuevo ejército que permanece en Trujillo hasta tener conocimiento de la guerra civil entre los realistas por la sublevación el 22 de enero de 1824 del general español Olañeta al mando de los realistas altoperuanos. Bolívar aprovecha esta coyuntura y dirige la campaña de Junín, 6 de agosto de 1824, y más tarde su lugarteniente Sucre obtiene la victoria de Ayacucho (9 de diciembre de 1824) que determinan el final de la guerra en el Perú tras la toma de la fortalezas del Callao en 1826.
ESTE 28 DE JULIO TE QUEREMOS DECIR

El Perú virreinal

El Perú virreinal y el ciclo de la plata
 
Por las Capitulaciones de Toledo, que Pizarro había firmado con la corona española en 1529 se establecía que éste podía gobernar en nombre del Rey todas las tierras al sur (hasta 250 leguas) de Tumbes. posteriormente el otro líder conquistador, Diego de Almagro, obtendría el mismo estatus en los territorios al sur de la gobernación de Pizarro. Sin embargo el límite estaba cerca del Cuzco, lo que hizo que uno y otro bando reclamaran la posesión de la capital del Imperio incaico. Ello fue el inicio (1538) de una larga etapa de luchas intestinas entre los conquistadores, donde no sólo se disputaron territorios sino derechos (encomiendas) y privilegios, a veces sólo entre ellos, a veces contra la corona.
La Corona española finalmente impone su autoridad estableciendo que el Perú sería un Virreinato de España. Así se estableció una corte en Lima donde los Virreyes gobernaron ininterrumpidamente buena parte de Sudamérica entre 1544 y 1821. A partir del último tercio del siglo XVIII se fueron creando nuevos virreinatos con territorios escindidos del virreinato peruano.

 

La sociedad virreinal era conservadora y clasista. Los hijos de españoles nacidos en América (los criollos) tenían en un principio menor estatus que los propios españoles, y estaban impedidos de acceder a los más altos cargos. Debajo de ellos, en la escala social, estaban los indígenas y los mestizos. Sólo los curacas andinos conservaron parte de sus antiguos privilegios y merecieron instituciones especiales como escuelas para hijos de nobles. Se importaron esclavos de África Ecuatorial y fueron colocados en el último escalón de la sociedad.

Algunas instituciones incas fueron mantenidas pero corrompidas en perjuicio de la población andina. La mita, por ejemplo, se usó de excusa para el reclutamiento sin retribución de personal para el trabajo en las minas y las haciendas. Pero no fueron los únicos problemas de los andinos: Durante el gobierno del Virrey Francisco de Toledo (1569-1581) se hizo reorganizaciones forzosas de las comunidades andinas en pueblos llamados reducciones de indios. Además la religión católica fue impuesta a la población andina en medio de una agresiva evangelización caracterizada por la destrucción sistemática de santuarios y símbolos religiosos (Extirpación de idolatrías).


El mercantilismo imperaba y el libre comercio no fue permitido sino hasta mediados del siglo XVIII, lo que no impidió la existencia del contrabando de manera abundante. El centro comercial por excelencia era la aduana del Callao, puerto de Lima, desde donde se enviaba a España (vía Panamá) la plata extraída de las minas de plata de Potosí. De hecho fue la extracción de metales la actividad económica más lucrativa de la economía colonial pero fueron importantes también la agricultura (en grandes heredades controladas por ricas familias y órdenes religiosas) y la industria textil (obrajes).
Desde los tiempos de los conquistadores se fundaron nuevas ciudades algunas de las cuales alcanzaron un gran esplendor registrado en la riqueza de sus templos, como Arequipa, Huamanga (Ayacucho), Huancavelica, Trujillo, Zaña y las refundadas ciudades incas de Cuzco y Cajamarca.

Conquista del Perú

Conquista del Perú (1532-1542)
 
 
En 1532, el triunfador de las guerras de sucesión, Atahualpa, se reunió con los españoles en la plaza de Cajamarca. Éste, si bien había ganado las guerras, todavía no era considerado como el Inca, ya que Atahualpa todavía no había reconstruido el mundo, es decir, no había vuelto a entrelazar los vínculos familiares con los pueblos sometidos, ni siquiera había llegado al Cuzco (Huayna Cápac habría tenido un buen número de esposas debido a estos lazos familiares con los diversos grupos étnicos, Atahualpa era hijo de una princesa quiteña y de Huayna Cápac). De esta manera, el noble cusqueño mandó a vaciar la ciudad para esta ocasión. Los españoles, con ayuda de los grupos étnicos opuestos a la dominación cusqueña o simplemente opuestos a que Atahualpa fuera el gobernante, en favor de Huáscar, se apostaron de manera estratégica por toda la plaza de la ciudad andina. Así, entró Atahualpa, llevado en andas, seguido por el curaca de Chincha, también en andas debido a su importante condición como aliado del imperio, con su enorme séquito: nobles cusqueños, sacerdotes, vírgenes del sol, mujeres que las asistían, músicos, danzantes, sirvientes diversos: desde personas que barrían el camino para el paso de Atahualpa, otras que echaban flores, así como personas que cargaban las andas del Inca con sus múltiples relevos y, finalmente algunos guerreros, mientras que el grueso del ejército se quedó en las afueras de la ciudad. Así, los españoles se prepararon para entrevistarse con el Inca, mediante los intérpretes que habían conseguido en pueblos anteriores, se comunicaron con el Inca exigiéndole que se sometiera a la voluntad del Rey de España.
Después de que el Inca tirara la biblia, los españoles lo atacaron a él y a su séquito, matando a toda persona que se interpusiera entre ellos y el Inca. Luego de una sangrienta matanza, él fue hecho prisionero.
A partir de este hecho, miembros de la élite cusqueña que veían una posibilidad de subir al poder y los diferentes grupos étnicos, liderados por una élite culta, entran en un juego de negociaciones con españoles, con Cuzco, con otros nobles; se generó una situación de desconcierto, en la cual muchas grupos étnicos encontraban indispensable un levantamiento, por lo cual no dudaron en apoyar a este movimiento que recién se formaba. Así, los antiguos enemigos del imperio,(entre los que se encontraban los huancas, los chachapoyas, los cañaris), apoyaron al movimiento con guerreros, hospedaje en sus pueblos, guías y todo lo que sirviera para librarse del yugo español.
Estos grupos étnicos que hacían todo lo que su élite local mandara y la élite cusqueña que quería usurpar el poder, probablemente creyeron que los españoles serían un grupo étnico más llegado desde tierras lejanas y que a la larga los podrían someter cuando ya no los necesitaran. Así, esta élite no tenía forma de saber que a la larga el juego de favores con estos primeros exploradores se les escaparía de su poder con la llegada de más españoles, de la desconfianza que se originaría entre ellos, y de su falta de unión frente a una fuerza extranjera.
En 1533, Atahualpa es ejecutado. Los españoles y sus nuevos aliados recorren el imperio hacia el sur, siendo recibidos entusiastamente por los huancas en la ciudad de Jatun Xauxa (Jauja). Arriban al Cuzco en 1534 tras enfrentarse con éxito a las tropas de los atahualpistas e imponiendo a Manco Inca(un noble inca, hijo de Huayna Cápac y opositor de Atahualpa), como nuevo gobernante de un imperio ya desmembrado. Manco Inca, luego de obtener el trono, se enfrenta a los españoles por sus constantes saqueos de templos y palacios en busca de oro. Así pone bajo sitio al Cuzco (dominado entonces por los españoles y sus aliados) y a la recientemente fundada población española de Lima, además de enviar una expedición "de castigo" contra los huancas por su "traición" al imperio. Tras meses de asedio, los españoles y sus aliados rompen el cerco del Cuzco y tras la batalla de Saqsayhuamán recuperan el control de la ciudad. Los ejércitos del inca que atacaban Lima, desertan. Al perder su autoridad y su imperio (cuyas provincias todas se habían independizando, de norte a sur, siendo las únicas fieles las del altiplano al sur de Cuzco las cuales se enfrentaron al conquistador Almagro) Manco Inca se retira a su reducto de Vilcabamba, en las montañas al norte de Cuzco. Allí él y sus descendientes resistirían hasta 1572, año en que el último Inca, Túpac Amaru, es finalmente capturado y trasladado al Cuzco donde fue ejecutado.

El Imperio incaico: Tahuantinsuyo

El Imperio incaico: Tahuantinsuyo
 

Entre 1430 y 1440, los señores del Cuzco se embarcan en una serie de conquistas militares y alianzas familiares que les permite concentrar un gran poder sobre un espacio cada vez más amplio. Así, y en el curso de menos de un siglo, los incas Pachacútec, Túpac Yupanqui y Huayna Cápac construyeron un imperio cuya frontera norte estaba en el sur de Colombia y la sureña en el centro de Chile. Todo el orbe andino cayó bajo su influencia. Sintiéndose herederos de los Wari, construyeron una gran red de caminos, almacenes y fortalezas por todo su territorio y organizaron masivas movilizaciones de habitantes de todos los reinos conquistados (mita) para enviarlos a trabajar temporalmente a las tierras, obras públicas o talleres del Imperio. A cambio recibían productos, la protección del inca y el acceso a sus almacenes (colcas, qu: qullqa). Sin embargo contrariamente a lo que muchas versiones románticas indican, la mayoría de los súbditos del imperio no estaban contentos. De hecho las crónicas registran innumerables levantamientos contra el poder de los incas de parte de las diferentes naciones andinas conquistadas que fueron reprimidas con extrema dureza por los Señores del Cuzco.
Pero otro tipo de conflictos se gestaba en la misma élite inca. Así, a la inesperada muerte de Huayna Cápac en 1527 se desató un período de inestabilidad política que terminó en lo que los cronistas de la conquista española llaman guerra civil incaica, entre los supuestos herederos del viejo emperador. Es en estas circunstancias que los conquistadores españoles llegan al Perú.

Las primeras civilizaciones

Las primeras civilizaciones

Hacia el 5000 a. C surge la Civilización Caral en la costa central peruana. Una de sus ciudades más antiguas, Caral, tenía pirámides de piedra, plazas ceremoniales y altares en torno a fuego sagrado. Sus habitantes tocaban música con flautas de dos bocinas. Desde entonces, a lo largo del territorio peruano se sucedieron una serie de tradiciones culturales que originaron Confederaciones, Reinos e imperios durante casi cuarenta siglos.
En una primera etapa todas estas culturas se organizaron en torno a grandes templos y cultos religiosos complejos (Kotosh, Áspero, Las Haldas, Punkurí, Sechín, Huaca Loma, Caballo Muerto, etc.). Uno de esos templos alcanza un prestigio tan grande que se convirtió en centro de peregrinación de todas las culturas andinas: Chavín de Huántar (hacia el 800 a. C.), en la región Ancash. Chavín es bien conocido por sus bajo relieves de piedra con figuras de seres de grandes colmillos. Su influencia fue tan grande que el cronista español Vásquez de Espinoza (1630), dos milenios después, escuchó que había sido este un antiguo "santuario de los más famosos de los gentiles".


Mientras tanto, en la costa sur surge el pueblo agricultor y pescador de Paracas, cuyos bordados multicolores son algunos de los objetos de arte más preciados del antiguo Perú. En el altiplano del Titicaca, la Cultura Pucará implementa exitosamente un sistema de cultivo de campos elevados rodeados de agua (camellones o waru waru) que permitía la agricultura en las frías planicies alto andinas. En la costa norte, Cupisnique lleva a la cerámica andina a sus primeras cimas artísticas.

Historia del Peru


La historia del Perú abarca de manera continua más de 14 milenios de ocupación humana continua. Los primeros grupos humanos habrían llegado hacia fines de la glaciación wisconsiense hacia el XIII milenio a. C. como cazadores-recolectores, cuyos descendientes desarrollarían la horticultura hacia el VIII milenio a. C.. A partir de entonces se dio inicio un ascalamiento en la complejidad social y cultural de los pueblos de la región, que dio nacimiento al Antiguo Perú. Hacia el IV milenio a. C., aparecieron en la costa central las primeras sociedades con arquitectura monumental que tejieron una extensa red de comercio vinculando productos de la Amazonía y las costas ecuatorianas. Conformaron la cultura Caral-Supe, desvanecida hacia el 1.800 a. C. mientras daba paso a nuevas poblaciones en la costa al norte y sur, albores del surgimiento de Cupisnique y al posterior fenómeno de Chavín, un importante centro cultural que articuló las sociedades agrícolas de su época hasta el 200 a. C..
Chavín fue sucedida por los primero Estados militarizados de las culturas Moche al norte y Nazca al sur, surgidos en paralelo al ascenso de Tiahuanaco en el Altiplano. Hacia el año 600, surge en la zona de Ayacucho la cultura Huari, cimentada en desarrollo de la andenería para el cultivo del maíz, la cual mostró un desarrollo urbanístico y una notable influencia Nazca y Tiahuanaco. Huari se expandió progresivamente por los Andes al norte hasta Cajamarca. A inicios del II milenio el poder político se fraccionó dando origen varios estados centralistas como Lambayeque y Chimú en el norte y Chincha en el sur. Éste último articuló una vasta red de comercio desde el Ecuador hasta el Altiplano. En 1438, el Imperio incaico inicia su expansión hasta dominar, hacia el siglo XVI, el territorio más extenso en el hemisferio occidental.
En 1532, aconteció la Conquista del Perú, conducida por Francisco Pizarro con apoyo de algunos pueblos disidentes del incario, sucedida por las guerras civiles entre conquistadores hasta el definitivo establecimiento del Virreinato del Perú en 1572. La llegada de los españoles fue precedida por enfermedades que diezmaron la población. La era colonial significó la introducción de la Iglesia católica y un intenso mestizaje entre españoles, indios y negros trasladados en calidad de esclavos desde África. Durante el siglo XVII, la explotación minera dominó la economía mercantilista del virreinato, especialmente alrededor de Potosí.
La implementación de las agresivas Reformas Borbónicas en el siglo XVIII fomentaron suecesivas rebeliones que desembocaron en la violenta Rebelión de Túpac Amaru II. La invasión francesa en España fomenta las ideas libertarias en el Perú, que declara su Independencia en 1821 y la consolida en 1824 con apoyo de los movimientos libertadores del sur y del norte.
Tradicionalmente, la historia peruana ha sido dividida en las épocas Precolombina, Colonial (a partir de la Conquista) y Republicana (tras la Independencia).